Álbum: x
Música: Ed Sheeran
Año: 2014
De estas paradojas interesantes de la vida: Loving can hurt, loving can hurt sometimes. No siempre, pero a veces sí: el amor duele. El amor es renuncia y sacrificio... real. Por eso decimos que vale la pena. A pesar de ese dolor, el amor es lo que más felicidad nos brinda en esta vida. But it's the only thing that I know... ¿o se te ocurre otra? ¿Hay otra manera de ser realmente felices? ¿Alguien puede ser plenamente feliz y dichoso... solo? No se antoja nada y francamente no creo que se pueda. No estamos hechos así.
El amor siempre vale la pena, aunque a veces no lo parezca. A veces parece que el sacrificio es muy grande –demasiado grande para nuestras fuerzas–. When it gets hard, you know it can get hard sometimes. Pero ese sacrificio por los demás, sobre todo cuando es por Dios (que es el amor más grande que existe): It is the only thing makes us feel alive. El amor le da sentido a nuestra vida... el amor es necesario para vivir la vida. Te hace sentirte vivo y querer vivir.
We keep this love in a photograph / We made these memories for ourselves / Where our eyes are never closing / Hearts are never broken / And time's forever frozen, still
¿No te pasa que a veces estás tan feliz que te gustaría quedarte en ese momento por siempre? ¿Al menos con esa sensación de felicidad? Pues ya llegaremos... esa es la idea del cielo. El tiempo se suspende (de una manera que no terminamos de entender) y estaremos disfrutando a Dios en un “eterno presente”. Esos momentos felices que hemos vivido en la tierra –we made these memories for ourselves– son como semillas de lo que cosecharemos en el cielo. Esas memorias y buenas acciones que hacemos aquí tendrán eco en la vida que sigue... un eco que ya no tiene distorsión; un eco purificado. Where our eyes are never closing / Hearts are never broken / And time's forever frozen, still.
Y en ese lugar: You won't ever be alone, wait for me to come home. Ese es el verdadero sentido de descansar en paz. No es un limbo tranquilo, un mar sin olas, un bosque en silencio... es llegar a casa. Es llegar a la verdadera casa, donde no vamos a estar solos, sino con todas nuestras personas favoritas. Entre ellas, el más importante: nuestro verdadero Padre, Dios. ¿No se te antoja llegar a casa?
Pero en ese lugar solo están las personas que saben querer. En el Cielo, solo se disfruta el bien y en esta vida estamos para aprender a querer. Loving can heal, loving can mend your soul / And it's the only thing that I know, know / I swear it will get easier / Remember that with every piece of ya. Poco a poco nos iremos haciendo mejores. ¡Qué ilusión! Saber querer mejor cada día. A Dios y a los demás. Querer más y querer mejor. Esa es la meta de la vida y el mandamiento que nos pone Jesus: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Ojalá nos quede claro que eso es lo único importante... Hmm, and it's the only thing we take with us when we die (...) Where our eyes are never closing / Hearts were never broken / And time's forever frozen, still.
And if you hurt me / That's okay, baby (...) you just hold me / And I won't ever let you go. ¡Qué bueno es Dios con nosotros! Sabe que nuestro amor todavía no es perfecto. Sabe que lo vamos a traicionar y a decepcionar... pero se conforma con que volvamos a acercarnos a pedir perdón. Con que volvamos a tomar la mano que nos ofrece. Holding me closer 'til our eyes meet. Con que le repitamos, como en confianza, muchas veces... Hearing you whisper through the phone:
Wait for me to come home
Wait for me to come home
Wait for me to come home
Wait for me to come home
Punto y a parte.
Oh, you can fit me / Inside the necklace you got when you were sixteen / Next to your heartbeat where I should be / Keep it deep within your soul.
Qué bonita costumbre la de llevar el escapulario –o alguna otra medalla de Jesús o de la Virgen– en el cuello... cerca del corazón. Aunque sea costumbre, ojalá no nos acostumbremos a llevar la medalla sin renovar esa ilusión de tener a Jesús y a la Virgen en el lugar principal de nuestro corazón.
Commentaires