Álbum: Tick Tock Boom
Música: Aitana y zoilo
Año: 2021
A Dios vale la pena repetirle, mil veces durante el día, las jaculatorias que nos propone esta canción: Mon amour, je t'aime… Y es que me encantas tanto. Hay que decírselo mucho… Díselo en la mañana: son las seis de la mañana y me da igual. Voy a salir a la calle, voy a ponerme a gritar. Voy a gritar que te quiero, que te quiero de verdad... Díselo en la noche: de verdad que no me cuesta, pensar en ti cuando me acuesto. No te canses de decirle a Dios que te encanta, que lo quieres sobre todas las cosas, que es tu perla más preciosa y el amor de tus amores. Desde que te levantes hasta que te acuestes, ¡dile que te encanta!
Voy a ir directo a ti. Voy a mirarte a los ojos, no te voy a mentir… ¡venga! Directo a Dios, sin escalas y sin rodeos. Que todas nuestras acciones vayan encaminadas a dar gloria y gusto a Dios. Mira a Jesús a los ojos y no le mientas. Que tu vida sea coherente. Que tus obras no desdigan lo que presumes creer. Que tus obras no desdigan ese mon amour, je t'aime.
Y es que me encantas tanto. Si me miras mientras canto, se me pone cara tonta. Tú me tienes loco… Que importante es captar que Dios nos mira siempre… pero más importante es creérnoslo. Que bonito es sabernos mirados por Dios, ¡pero qué increíble es sentir esa mirada! Dios nos mira con cariño en todo momento. Contempla con alegría nuestras buenas obras y con tristeza nuestras caídas. De todos modos, como siempre está dispuesto a perdonarnos, en todo momento nos mira con esa sonrisa puesta. ¿No se te pone la cara tonta al saber que todo el cielo te mira? No es presión, es realidad. Y es para bien y para mal, pues todos tenemos triunfos y derrotas. Lo importante es siempre terminar rectificando nuestro amor: Y es que me gustas no sé cuánto: “gogoko zaitut" como dirían los vascos. Si quieres te lo digo en portugués: “eu gosto de você”. ¡Gritárselo en mil idiomas! Dios nos mira siempre, nos acompaña siempre, nos escucha y nos ayuda siempre. Ojalá te acuerdes muy seguido de Él… Me acuerdo de ti cuando voy a maquillarme. Cantando en los conciertos te imagino delante, siendo el más elegante, siendo el más importante… ese es Dios: el más importante. La única opinión que de verdad vale la pena tomar en cuenta. Que no te importe lo que piensen los demás sobre tu modo de ser y de actuar, que solo te importe lo que piense Dios.
Para terminar, es súper sugerente tomar literalmente este verso de la canción: Mon amour, amore mio, solo quiero comerte. ¿Qué pasa por nuestra cabeza cuando comulgamos? ¿Qué sientes al tocar el cuerpo de Cristo con tu boca? Se me paraliza el cuerpo cuando vas a besarme… ¿Cómo agradeces ese gran regalo de tener a Jesús en la Eucaristía? Puedes empezar diciéndole con confianza y cariño: Mon amour, je t'aime… ¡y es que me encantas tanto!
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